sábado, 2 de septiembre de 2017

Pero no dudes que te quiero..


Si me atreviera a confesarte lo excitante que fue la noche anterior,
la locura desbordada que me invadió en un segundo;
que sus labios me arrebataron toda muestra de afecto,
pero que me sedujo a un volcán de éxtasis y tú, tú ya no fuiste la razón.
Esa locura en la que te olvide por momentos,
en la que el cariño perpetuo que  guardo hacia ti,
 lo borre entre mis gemidos y su voz grave que profundizaban más mis gritos.

No sé, qué sentirías al saberme de otro.
Pero mi amor, solo en carne, en  sudor y los dolores propios del acto.
Prometo no haber despejado de mi, el cariño que te tengo.
Puedo asegurarte que no cambiaría una sola noche de estar a tu lado,
por unas horas de intensa pasión sexual que él provoca en mi.

Auqnue es sincero el deseo de que esto funcione,
debo decirte que no repudio ni por un instante haberme entregado en sus brazos.
Una vez más mi amor, no estudies a detalle si algo está mal,
 en realidad todo entre nosotros, en este mundo de fantasías, encaja.
Solo siento que este deseo jamás a de acabar
y que es muy alta la probabilidad de volver a ser suya. 

Tatiana Torres

sábado, 11 de julio de 2015


Como matar a una poetiza

Una poeta casi muerta y palabras de un quieto asesino,
Es la escena de este delirante capítulo.
Un irremediable volcán responde ante los  ultimos latidos,
un nuevo personaje que será como otro bandido.

Se escucha un quejido “Oh¡ impetuoso ser, extiéndeme auxilio”.
Provechoso y astuto responde ante los alaridos.
Mientras el asesino, no se preocupa y se ocupa de olvidar este mísero episodio.

Pero la poetiza, siente, se lamente y siente de nuevo.
El volcán no se contiene e intentar abrazar,
traiciona su orgullo y enfría su núcleo para poder proteger a la que muere de a poco.

El asesino no sabe que no marchita las letras sangrantes de su víctima.
Y el volcán se regocija en una victoria que es próxima.
Sus alagos, sus desvelos, su presunta sencillez,
Le dan ventaja.

La poetiza extiende sus palabras ,
Piensa en imortalizar al volcán.
Es cierto, parece seguro su triunfo,
parece justo un último hacer de la que se despide de a poco.

Vuelve el asesino, esconde el arma, lo niega todo
Y lo que no dice, no importa, para el no existe odio.
Esta bien , la poeta no guarda rencor,
Solo un dolor tan grande por que entregó todo,  
Y todo fue tan poco que el volcán se cansó,
quemó en histeria y se llevó la calidez.

Bribones ambos pensaron en venganza.
No tuvieron compasión por la poesía y el alma.
Lo planearon, lo cumplieron.

No hirieron con mano propia.
Pero  la desgracia fue mayor al golpe.
Pues la poetiza se ahogó en sus deseos,
No volvió a mirar, se arrancó sus miedos,
Y No volvió a escribir ,se rompió los dedos. 

Taty Torres
Como matar a un poeta

¿Porque no me invocas y porque no te creo?
sencillo, hemos armado una barrera tan grande
Y utilizado tanto  concreto ,
Que por única vez hemos olvidado algo…una salida.

Me armo de valor para saltar,
Me derrumbas con palabras y me dejas atrás.
Pasa un tiempo, vuelves por mi
Con una sonrisa que transmite seguridad.
Te creo…
Te creo , intento saltar y solo esperas a que caiga
Para desear que  no me vaya mal.

Te grito con énfasis en socorro,
Me escuchas , respondes y te molestas.
¿Por qué?
¿ Por qué no me queda fuerza para volver a pedirlo?
El recelo me subleva y tu eres mi asesino.
Vuelvo a intentar, te calmas, espero
Caigo dormida entre tanto desvelo.

Me amas y muero,
Sin embargo, en brazos cálidos me renuevo.
Pasa un tiempo, vuelves a buscar un arma, lastimas…
Y yo, yo siento todo menos calma.
Me vuelven las ojeras, las dudas, las alarmas.
Te quiero o ya no quiero nada,
Me perturbas, me enciendes,
Me desmoronas y aún así aquí me tienes
 gran cerrajero. 

Taty Torres

domingo, 14 de junio de 2015

Tengo que escribirte una última vez...

Tengo que calmar el miedo,
que me deja tu último beso
y tu brutal caricia. 

Un miedo que me duele el alma,
que me estruja el pecho,
que hoy más que nunca, 
repudio sin consuelo. 

Tu nombre y el momento
se tornaron en picardia,
mas las sombras y el jadeo,
lo resultaron en tal , triste ironía. 

Lo repudié, lo estoy haciendo ahora.
Las lágrimas llegan acompañadas,
y un temblor imparable  me ha invadido. 
Y tú, tu nuevamente y por última vez,
eres el partícipe indiscutible del hecho. 

Aún lo sigo repudiando, 
porque tiemblo de miedo. 
Me aterran las sombras, tu mirada...
el saber de ti. 

Adiós a los recuerdos de antaño,
a los que felices momentos me dieron. 
Adiós al respeto que merecíamos,
porque lo volviste cruenta guerra de deseos despavoridos.


Adiós a lo que un día esperé guardar de ti, 
eso que nadie sabía. 
A ese fuego que se encendía sin lastimar,
sin lograr un silencio violento,
sin que tu presa fuera repudiando todo lo que ahora escribe. 

Tatiana Torres

domingo, 7 de diciembre de 2014

SÍNTOMAS DEL ADIÓS



He intentado dejar de llenar de ti mi mente,
he borrado el rastro de lo que un día fuimos,
he deseado perderme en la mirada de alguien más,
y sabes que..?
No lo he podido del todo. 

Te aseguro algo, no me dueles más;
tal vez me inquieta el conocer tus pensamientos, 
tal vez solo es una sensilla curiosidad, 
tal vez , solo soy la misma de antes ...
Pero con una gran experiencia aprendida. 

Extraño el rubor de mis mejillas al verte, 
al saber de ti ...tu voz no la pierdo , 
se ha guardado como tantas cosas tuyas. 

Es verdad , aún finjo no buscarte entre los pasillos,
aún tengo la certeza que te inquieta mi sonrisa,
aún conozco que el secreto se ha quedado fuera ...
 de nuestras vidas. 

¿Por qué? Simple, tu descomplicada actitud;
la que no disimula el rastro de enojo
que se presenta desde la última carica y el beso negado 
y aún más el último adiós que sonriendo te dije sin titubeos.

Me molesta reconocer que la desilución, 
fue mas grande que el sentimiento. 
Comprendo tu forma de comportarte 
pero no la justifico. 

Fuiste el primero en enseñarme algo del mundo, 
el final de una historia
y el mas grato de los recuerdos.
De un amor que murió en palabras,
renació entre miradas
y se disimula con los días.

He intentado dejar de llenar de ti mi mente, 
me he prometido borrrar el rastro de lo que fue el ayer ,
he evitado perderme en tu ser,
¿y sabes qué?
Ahora estoy segura, falta poco para lograrlo. 

Taty Torres

domingo, 12 de octubre de 2014

Te recordaré menos mañana que hoy

Te guardo en mi mente y mis sentidos te imploran;
Te entierro en el ayer y retornas vivaracho a confundirme el día;
Te siento mirándome y me aterra el pensar que te devolveré una sonrisa.
¿Porque no te has marchado ¿,Quiero saber si es tu deseo mayor a mi pena  ¿
Tal vez, solo así comprendería el porque de tu arrepentimiento con el adiós.

Amargamente, Te quiero,  aún lo hago …
Pero no puedo seguir haciéndolo.
Ahora mis labios sienten otros diferentes a los tuyos,
Mis manos juegan entrecruzadas con unas mas fuertes
 y que llenan de dulzor mi vida.

Ahora pienso en él, ilusionada, sonrojada , risueña…
Como contigo en una época distinta.
Cuando la mujer que te despide con dolor , era tuya;
cuando sus ojos no se apartaban de tu mirada;
cuando al final,   sollozaba la distancia entre ambos.

 Es la misma mujer en reflejo , así es.
Pero mas  insensata que nunca
¿Porque?  es evidente.
A pesar de estar cerca,
 sin miedo al mundo, sin silencios, sin rencor...
Aun si , esta mujer te prefiere lejos.


Taty Torres 

domingo, 8 de junio de 2014

Autor: Pedro Calderon de la Barca

Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.