domingo, 7 de diciembre de 2014

SÍNTOMAS DEL ADIÓS



He intentado dejar de llenar de ti mi mente,
he borrado el rastro de lo que un día fuimos,
he deseado perderme en la mirada de alguien más,
y sabes que..?
No lo he podido del todo. 

Te aseguro algo, no me dueles más;
tal vez me inquieta el conocer tus pensamientos, 
tal vez solo es una sensilla curiosidad, 
tal vez , solo soy la misma de antes ...
Pero con una gran experiencia aprendida. 

Extraño el rubor de mis mejillas al verte, 
al saber de ti ...tu voz no la pierdo , 
se ha guardado como tantas cosas tuyas. 

Es verdad , aún finjo no buscarte entre los pasillos,
aún tengo la certeza que te inquieta mi sonrisa,
aún conozco que el secreto se ha quedado fuera ...
 de nuestras vidas. 

¿Por qué? Simple, tu descomplicada actitud;
la que no disimula el rastro de enojo
que se presenta desde la última carica y el beso negado 
y aún más el último adiós que sonriendo te dije sin titubeos.

Me molesta reconocer que la desilución, 
fue mas grande que el sentimiento. 
Comprendo tu forma de comportarte 
pero no la justifico. 

Fuiste el primero en enseñarme algo del mundo, 
el final de una historia
y el mas grato de los recuerdos.
De un amor que murió en palabras,
renació entre miradas
y se disimula con los días.

He intentado dejar de llenar de ti mi mente, 
me he prometido borrrar el rastro de lo que fue el ayer ,
he evitado perderme en tu ser,
¿y sabes qué?
Ahora estoy segura, falta poco para lograrlo. 

Taty Torres

domingo, 12 de octubre de 2014

Te recordaré menos mañana que hoy

Te guardo en mi mente y mis sentidos te imploran;
Te entierro en el ayer y retornas vivaracho a confundirme el día;
Te siento mirándome y me aterra el pensar que te devolveré una sonrisa.
¿Porque no te has marchado ¿,Quiero saber si es tu deseo mayor a mi pena  ¿
Tal vez, solo así comprendería el porque de tu arrepentimiento con el adiós.

Amargamente, Te quiero,  aún lo hago …
Pero no puedo seguir haciéndolo.
Ahora mis labios sienten otros diferentes a los tuyos,
Mis manos juegan entrecruzadas con unas mas fuertes
 y que llenan de dulzor mi vida.

Ahora pienso en él, ilusionada, sonrojada , risueña…
Como contigo en una época distinta.
Cuando la mujer que te despide con dolor , era tuya;
cuando sus ojos no se apartaban de tu mirada;
cuando al final,   sollozaba la distancia entre ambos.

 Es la misma mujer en reflejo , así es.
Pero mas  insensata que nunca
¿Porque?  es evidente.
A pesar de estar cerca,
 sin miedo al mundo, sin silencios, sin rencor...
Aun si , esta mujer te prefiere lejos.


Taty Torres 

domingo, 8 de junio de 2014

Autor: Pedro Calderon de la Barca

Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.



martes, 20 de mayo de 2014

Caperucita Roja
Autor: Jairo Aníbal Niño


Había una vez un lobo muy inteligente e inquieto que vivía con sus padres en el bosque. Su madre le había advertido muchas veces que no saliera de la cueva antes de que cayera la noche, porque podía tropezarse con un hombre que le podría hacer daño.

Pero el lobito, aunque sagaz, era muy desobediente y, sobre todo, adoraba el olor de las flores, la sombra fresca que proyectaban las ramas al mediodía y el canto de los azulejos. De manera que tan pronto como mamá loba se sentaba a ver la telelobela y aprovechando que papá lobo se hallaba en la gerencia de la mina de esmeraldas, el lobito salía a hurtadillas de la cueva.

Una mañana, cuando caminaba por un claro del bosque tropezó de manos a boca con un ejemplar de la temida especie humana. Lleno de pánico esperó el disparo con los ojos cerrados, pero a los pocos minutos se percató de que aquella niña vestida de rojo no le haría daño. Y se limitaba a observarlo con curiosidad. Lobito trabó conversación con ella, y al cabo de un rato, la niña de puro ingenua, le confesó que acudía a casa de su abuelita con pasteles envenenados porque la vieja había desheredado a sus padres. En vez de regresar a casa como era lo prudente, el lobito prefirió indicarle a Caperucita el camino, mientras él tomaba un atajo más corto para advertirle a la anciana. Es que el lobito tenía un corazón tan grande como la boca.

Llegó primero que la despiadada nietecita a casa de la abuela y no había informado a la señora sobre el atentado que pretendía realizar Caperucita, cuando escucharon que ésta golpeaba a la puerta; atemorizada la abuela, quiso esconderse en algún recoveco oscuro; no hallando nada más oscuro que la boca del lobo, se deslizó desconsideradamente por las fauces del lobito y se refugió en su estómago. Ya habíamos dicho que el lobito tenía una boca muy grande. En seguida, éste se echó encima un gorro de la abuela antes de que entrara Caperucita.

Caperucita se aproximó al lobo disfrazado de abuelita y muy pronto entró en sospechas. “¡Qué orejas tan grandes tienes!”, le comentó. “Son para oírte mejor”, respondió el lobo. “¡Y qué manos tan grandes tienes!”, agregó la chica. “Son para acariciarte mejor”, disimuló el lobito. “¡Y qué boca tan grande tienes!”, observó Caperucita; cuando se disponía a contestar, la niña alcanzó a ver en lo hondo los ojos aterrados de la abuelita, y perdiendo toda compostura, agarró el pastel envenenado y se lanzó en busca de la anciana por la boca abierta del pobre lobito.

En esos momentos atinaba a pasar un temible cazador que escuchando el alboroto, penetró en la casa y el cruel y sanguinario personaje, apenas vio al lobito, se le abalanzó armado de un filoso cuchillo y le dio muerte con el fin de utilizar su piel para una alfombra pie de cama. Cuál no sería su sorpresa cuando de la barriga del lobito asesinado saltaron la abuela y Caperucita, quienes por proteger la imagen de la familia, callaron la verdadera historia.


Esa noche, mamá loba y papá lobo esperaron inútilmente el regreso del lobito; y siguen aguardándolo con una llamita de ilusión porque no captan la crueldad del corazón humano. Simplemente lo hicieron registrar como desaparecido.

sábado, 22 de marzo de 2014

AÚN ASI..

¿Que podria decirte ?
Quizás, Lo que pocos adivinan,
Lo que a tanto me he aferrado a negar,
que consume mis horas pero que es claro,
te quiero.

Y es este sentir ,  que solemne te negaste a vivir,
que incondicional se presentó tantas veces.
Días, cuando tu mirada se fundía con la mía
Y mis sentidos se perdían con tu cuerpo.

Este querer, te pertenece,
es tuyo desde que mis ojos percibieron tu sombra.
hasta cuando complices nuestras sombras se juntaron.
Y aún hoy,  que nuevamente vagan por la noche
Extranjeras una de la otra.

Te quiero y me atormenta sentir esto.
Màs  me perturba tu ausencia, tu distancia, tu adiós silencioso...
No puedo esperar más ,
la paciencia es una virtud, que ni tu ni yo gozamos.
Pero que ahora, debe guiar mis atardeceres
Para darle fin a tu historia.

Es cierto, temo perderme entre el sonido de tu voz
 y mi nerviosismo al contemplarte una vez más.
Temo caer entre tus brazos,
Aunque sé que te busco en mis sueños.
Temo y esta vez temo más,
confesarte que es lo que produces en mi. 
Como cínicamente intervienes en estos días, noches y atardeceres
Y aun así no estas.

Debo aprender a olvidarte
Pero el extraño sentir de lastimarme,  
No me deja por fin desplegar la mirada hacia alguien más.
Y sé que con todo mi dolor y tu serenidad
Aun así…TE QUIERO.

Taty Torres


domingo, 9 de febrero de 2014

Querida...

Como no traer a mis días,
El sentimiento que me invade al saber de ti,
Uno que estremece mis memorias junto a él.
No por temor a la posibilidad de saberlo tuyo
Sino a la insensatez con la que te aferras a esa idea.

Ten viva mi ineludible afición a los retos
A esa característica esencial que lo hace mío.
y entonces comprende
Solo esta petición con tinte  de ley…

Aléjate  de su ser y su sombra,
No intentes tropezar sigilosamente a su pecho
Y por sobre todas las cosas
Prohíbete  mirar,
Aquellos ojos que se han hecho para amar
A quien por azar, hoy, te exige marcharte.


Taty Torres

miércoles, 22 de enero de 2014

Indudable Tragaluz 

No esperes a que te arranque las palabras de los labios,
A que siga observando desde lejos con la mirada perdida en ti ,
a que mi pasión te desborde y te enseñe a sentir,
No lo esperes.

Continua con los cientos de espejismos que se te presentan
No  pierdas tu perspicacia con el reloj ,
y por sobretodo, deja de  buscarme en el  sendero …

Adelanta tu naturaleza fugaz
Y acomódate en su pecho o en otros miles.
Intenta sentir mi aroma en su piel,
rescata de sus encuentros,  nada casuales
la  perfecta clave para estrechar en sus brazos mi recuerdo. 

Taty Torres